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Y la oficina no es un buen sitio para trabajar. Y hay que despedir a los adictos al trabajo. Y planificar es un acto de adivinación. 

Estas son algunas de las reflexiones que Jason Fried y David Heinemeier hacen en su libro “Rework”, una colección de reflexiones ejecutivas nacidas de la experiencia y que constituyen una buena oportunidad para reflexionar sobre el día a día de empresas y organizaciones.

Y empiezan defendiendo que la oficina no es un buen lugar de trabajo. Las interrupciones y el exceso de reuniones son las dos amenazas principales para la eficiencia de los trabajadores. En concreto, afirman que cuando la gente va a trabajar sustituye su jornada laboral por una serie de «momentos de trabajo».

«Es como si la puerta de una oficina fuera una trituradora. La jornada laboral se ve reducida a pedazos porque uno solo consigue tener fragmentos de 15 o 30 minutos hasta que suceden interrupciones que lo distraen de la tarea», explica Fried en TEDxMidwest, recogido por Infojobs. «No se le puede pedir a alguien que tenga una gran idea o sea creativo en 15 minutos», apunta el cofundador de ’37 Signals’. «Cada vez que te interrumpen supone empezar de nuevo para volver a alcanzar la concentración.

Polémico o no polémico, útil o inútil, en todo caso es una obra que cumple un objetivo importante: provocar la reflexión. Recomendable.