contactar contactar

Últimamente no paran de bombardearnos con palabras tecnológicas que vienen a cambiar el mundo. ¿Quién no ha oído hablar del famoso Blockchain? ¿O del novedoso IoT? Y como no, el todopoderoso Bigdata…

Pues bien, si algo tiene en común todas estas tecnologías y muchas otras, incluyendo aquellas que ya están maduras en el mercado, es que para que funcionen necesitan tecnología Cloud Computing o Computación en la Nube. Veamos qué es, para qué sirve y sus características.

¿Qué es el Cloud Computing?

Quizá el concepto Cloud Computing sea un poco abstracto ya que engloba o aglutina distintas tecnologías.

Simplificando la definición podemos decir que se trata de una tecnología que nos permite almacenar archivos, utilizar software de forma remota, procesar datos, incluso virtualizar máquinas (ordenadores y servidores). Todo ello por medio de internet y sin necesidad de tener grandes recursos físicos de equipos, ni de instalaciones en equipos locales.

Aunque en un primer momento pudiera parecer que el Cloud Computing se le escapa a gran parte de los usuarios, la realidad es bien distinta. Todos usamos a diario sistemas de correo como Gmail o Hotmail y gestores de almacenamiento como Dropbox o Drive. Así que podemos afirmar que, sin ser plenamente conscientes, estamos usando Cloud Computing.

Tipos de servicios del Cloud Computing

Los servicios que ofrece el Cloud Computing se dividen en 3 tipos:

  • Infraestructura como servicio o IaaS: Es la parte más elemental del Cloud Computing, ya que se encarga de proporcionar los recursos informáticos para el resto de los servicios. Podemos decir que es el servicio que nos proporcionan las máquinas virtuales en la nube. Podremos disfrutar de almacenamiento y de la memoria y procesador que necesitemos en cada momento.
  • Plataforma como servicio o PaaS: Este servicio ofrece la tranquilidad al usuario de poder crear y desarrollar proyectos informáticos sin tener que preocuparse de la instalación en sus equipos de dichos programas. Ahorrando costosas licencias que ya vienen integradas en la plataforma.
  • Software como servicio o Saas: Cuando hablamos de este servicio nos referimos a las aplicaciones basadas 100% en nube, a las que podemos acceder y usarlas por medio de internet. Dentro de este tipo están las aplicaciones que hemos mencionado anteriormente y que usamos a diario.

Los pros y los contras del Cloud Computing

Son muchas las dudas que le surgen a empresas y en general a cualquier tipo de usuario cuando se enfrentan a la famosa nube. Es normal, en pocos años hemos asistido a muchos cambios a nivel tecnológico. Y más aún, cuando nos damos cuenta de que nuestros datos están en unos ordenadores o lugares muy lejanos a nuestras instalaciones.

Las ventajas de estos sistemas son:

  • Pago por uso: Solo se paga por los servicios usados, podemos personalizar las características y servicios en cuestión de minutos. Esto marca un antes y después en el gasto de computación de una empresa, ya que dichos gastos pasan a ser OPEX y no CAPEX como venían siendo hasta ahora.
  • Tecnología siempre actualizada: Si algo caracteriza al Cloud Computing es la escalabilidad que ofrece. No solo tenemos el almacenamiento y rendimiento que cubre nuestras necesidades en cada momento, sino que a nivel de software siempre está actualizado y optimizado.
  • Movilidad: Podemos trabajar desde cualquier dispositivo y lugar. Virtualizando cualquier sistema de tal modo que simulamos el estar delante de un equipo informático tradicional con las características técnicas que precisemos. Con esto conseguimos que los equipos de escritorio sean de menor características y su rendimiento sea superior al no estar utilizando recursos físicos de la máquina.
  • Seguridad: La principal preocupación a nivel general con el uso de internet son los datos. Pero, aunque parezca lo contrario con el Cloud Computing esto no es un problema. Los sistemas son totalmente seguros y estables, tanto en el control de intrusiones como en la gestión de copias de seguridad.

Y como todo, también tiene sus desventajas:

  • Incidencias técnicas: Como cualquier servicio de internet o tecnológico puede presentar problemas técnicos y quedar temporalmente no disponible. Por ello es muy importante elegir un DataCenter que esté certificado con la Certificación TIER IV. Dicha certificación asegura que los servidores están activos y sin ningún tipo de incidencia, asegurando el 99,999% de su funcionamiento. No pudiendo presentar incidencias más de 8 minutos al año.
  • Necesidad de buena conectividad: Si algo es imprescindible para poder utilizar el Cloud Computing es una buena conexión a internet. Hoy en día ya no es un problema gracias a las infraestructuras de fibra y móviles de las que disponemos.
  • Seguridad: Al igual que planteamos esta característica como una ventaja también puede ser una desventaja. Para que esta tecnología sea fiable tendremos que aplicar las medidas y tecnologías adecuadas.

¿Por qué usar Cloud Computing?

Tras ver los distintos servicios que nos puede proporcionar la computación en la nube está claro que es una tecnología que ha venido a quedarse. Ya no se habla de ella en futuro sino en presente y tarde o temprano tanto empresas como particulares harán uso de ella.

En esta revolución denominada «Transformación Digital» el Cloud Computing es una pieza esencial que ha venido a quedarse. Aportando más eficiencia a las empresas, quienes ganan en competitividad en un mercado en el que simplemente el producto no es suficiente.