El sector del «printing» está abocado a una reconversión paulatina.
Los pronósticos de la consultora IDC sobre los desafíos del printing en España son inequívocos: a pesar del crecimiento que se experimentará hasta 2017, a razón de un 3% anual, las empresas que no acometan su renovación quedarán relegadas a una posición marginal en el mercado. La presión de Fabricantes con su enorme fortaleza en I+D+i y aquella parte del Canal que ya ha empezado a plantearse esta transformación en términos de tecnología y soluciones, reducirá el “printing” tal y como lo conocemos ahora, a su mínima expresión.
La evolución del mercado hacia planteamientos de MPS (Managed Printing Systems) y BDAS (Business Document Automation Services) afectará a las empresas de forma profunda: tanto a los servicios que prestan, a las plantillas que la forman (número, cualificación y especialización), a los procesos de comercialización, como a la forma en que se prestan (Cloud, Movilidad, Pago por Uso, etc… ) lo que supone de hecho un cambio sustancial con respecto del modelo e negocio actual.
Como en todo momento de transición, esta situación exige un importante esfuerzo de planificación y de racionalización de los recursos, ya que las empresas de este sector deberán desde ya trabajar en un doble horizonte y con una doble expectativa: pensar en el futuro que viene sin dejar aquello que hoy por hoy, sigue siendo vital para su supervivencia.