La sustitución de las facturas tradicionales por las electrónicas supondrá un ahorro en tiempo del 80% y de 3,48 euros por unidad.
La facturación electrónica avanza de forma imparable. A partir del 15 de enero de 2015, todos los proveedores de las administraciones públicas deberán presentar sus facturas en formato electrónico.
Para ello, la Administración general del Estado ha creado el FACe, Punto General de Entrada de Facturas Electrónicas, una plataforma online que permite presentar cargos ante cualquier órgano estatal y ante las múltiples administraciones regionales y locales que se están adhiriendo a este sistema.Además de la presentación de las facturas, la plataforma digital permite a las empresas consultar el estado de sus facturas, localizar los códigos de identificación del organismo receptor, obtener ayuda y descargar el programa informático gratuito que facilita la conexión automática con FACe.
La puesta en marcha del Punto General de Entrada de Facturas Electrónicas va acompañado de una campaña de difusión que, además de otras jornadas destinadas a empresas, implicará la distribución de folletos informativos de FACe por distintos puntos del país, así como la difusión de un vídeo tutorial y un vídeo divulgativo sobre factura electrónica.
Las ventajas de la factura electrónica son evidentes. En uno de los más recientes, llevado a cabo por el gobierno de Dinamarca, se determinó que la implantación de la e-factura hace posible una reducción del 80% en los tiempos de tramitación de la misma: si la factura es en papel, tramitar una unidad implica un tiempo de trabajo de 17 minutos, mientras que el formato electrónico reduce el periodo a sólo 3 minutos, y eso en caso de que el proceso no haya sido automatizado.
Los ahorros por factura electrónica, según recoge el Plan Avanza del Gobierno de España, son también considerables y pueden estimarse en 3,48 euros por unidad. Se distribuyen en 0,70 euros para la entidad emisora y 2,78 para la administración receptora.